EXPORFOLIO DE MIGUEL ÁNGEL RODRIGUEZ ROMEO



                                           
La Historia de Cuba y su gente siempre se ha escrito desde la perspectiva de los suicidas. La visualidad artística finisecular, fotográfica, se encargó de escarbar en el humus de una sociedad roja y rota, atenazada una y otra vez por cambios necesarios pero postergados. La constancia gráfica de la decadencia y el estatismo social fue muy del gusto de los fotógrafos cubanos durante la última década del siglo XX. En sus fotografías, Miguel Ángel Rodríguez Romeo elude estos tópicos en la medida que incurre en ellos de un modo más sutil.
Sus imágenes denuncian el empecinamiento, la tozudez animal, cuasi instintiva, de seguir adelante sin mirar atrás. Por eso la complacencia personal ante los espacios abiertos, el contrapicado abisal, el éter visible y el mar como telón de fondo, que nos acostumbra y vende la idea del vacío sideral como proscenio posible, siempre al aire libre. La manipulación de la imagen se reduce, en su caso, casi siempre, a la espera callada y paciente, a parapetarse en una esquina para escoger el ángulo y el momento propicio, sin proponerse prefabricar el efecto emocional de horrorizar al espectador casual, desconocedor visceral de una realidad humana que puede resultar asombrosa y banal a partes iguales.
Muchos símbolos forman parte de su repertorio iconográfico, donde el avión supone una alegoría de la huida cierta y de la cruz a cuestas de los desterrados, de la muerte en vida del que parte al cielo, ese Paraíso terrenal del consumismo primermundista. A su manera ,Miguel Ángel Rodríguez Romeo, el amigo, el artista, el fotógrafo, el humano, es un extraño en el Paraíso. Se adapta pero al final no encaja del todo. No le gustan los moldes, la suya es la euforia expansiva del hombre libre, al fin.
En esencia, sus imágenes constituyen un canto de cisne, el requiebro visual de un país a la deriva, que se hunde en el olvido y la Utopía, esa ínsula metafísica que hay que buscar y hallar en el mapa hipotético de la imaginación de los hombres, rodeados de agua por doquier, esa bendita y maldita circunstancia, casi insondable del todo.

Santiago de Cuba.
Diciembre 2008
Rolando Leyva Caballero.
Profesor y Crítico de arte. Universidad de Oriente.

 En la inauguración de Expo-Portfolio de Miguel Angel Rodríguez Romeo que tuvo lugar en Aula7,el día 18 de septiembre, se pudieron sentir una diversidad de sensaciones que son difíciles plasmar en este resumen.
Sensación de que en la Fotografía Actual la técnica asfixia a la creatividad, las formas no dejan fluir el contenido y que enfocamos al infinito, cuando quizás los puntos de interés los tenemos rozándonos la piel. En muchos aspectos La Bendita Circunstancia es una ventana abierta a otro tipo de
Fotografía, imágenes con otro aire...con aire de Cuba.
Destacar las numerosas obras que quedaron marcadas con un punto rojo, puntos que regalan esperanza a Patricia.